Proteínas prehispánicas en nuestros alimentos

Proteínas prehispánicas en nuestros alimentos

¡Construir nuestras defensas!

Por la nutrióloga Natalia Bernardo, especial para Movimiento Viva México

¿Nos alimentamos bien? ¿Qué tan fortalecidos estamos en estos tiempos donde se necesita especialmente tener al organismo listo para defenderse? Pero… ¿no es muy caro lograr esa dieta alta en defensas? La buena noticia de hoy es que resulta mucho más sencillo de lo que podríamos creer. Y los alimentos necesarios se encuentran a la mano de todos, en las proteínas (nuestras paredes de construcción internas) y en sus componentes, los aminoácidos (cada ladrillo de esas paredes). Y todos, ¡salidos de nuestras raíces prehispánicas!

Permítanme platicarles qué son y cómo comerlos.

  • Las proteínas son como paredes y, al juntarlas, forman nuestros músculos, tejidos y órganos. Las proteínas tienen una función muy importante en nuestro sistema inmunológico, ayudan a que las heridas cicatricen y a que el pelo crezca y sea más resistente, por solo nombrar algunas de las funciones y beneficios de las proteínas.
  • Como dijimos, las proteínas son como paredes y, como cualquier pared, necesita ladrillos. Estos ladrillos de las proteínas se llaman aminoácidos y son 20 los que se necesitan, pero ocho de esos ladrillos son los más importantes y fuertes para que las proteínas sean de buena calidad.
  • Las proteínas que tienen estos ocho ladrillos se encuentran en alimentos de origen animal como el huevo, la carne, el pollo, la leche y el pescado.
  • Quizás no puedas consumir algunos de estos alimentos. Pues no te preocupes, te daré unos tips para conseguir estos ladrillos en otros alimentos, y así puedas conservar una excelente nutrición.

Un huevo te brinda 7gr de proteína, pero ½ taza de frijoles aportan 8gr de proteína. ¿Qué quiero decir? Que puedes sustituir la proteína de los productos animales y obtenerla de productos vegetales: crear una proteína vegetal.

Para hacerlo es importante combinar cereales con leguminosas, porque juntos crean los ocho ladrillos que necesitas, ya que los ladrillos que tienen los cereales les faltan a las leguminosas y viceversa.

  • Algunos ejemplos de cereales son: tortilla, papa, arroz, avena y amaranto. Algunos ejemplos de leguminosas son: frijol, lenteja, haba, garbanzo, alubias y soya.

Al combinarlos obtendrás platillos deliciosos como: un sope o un tlacoyo cocinados al comal. Tal vez, un plato de frijoles con arroz, unas lentejas con cubitos de papa o unas enfrijoladas. Además, si acompañas tus platillos con un toque de limón, ya sea en agua o poniendo unas gotitas en tus alimentos, el limón ayudará a que tu cuerpo pueda absorber el hierro que necesita.

Si no puedes comer estos alimentos en una sola comida, no te preocupes, puedes complementarlos durante todo tu día, por ejemplo: por la mañana desayunas avena y por la tarde comes frijoles.

  • Consumir proteínas vegetales es una oportunidad para ayudar a la conservación del planeta, ya que la proteína animal, además de ser muy cara, daña al medio ambiente en su proceso de producción.

Así de fácil es crear nuevas alternativas para obtener las proteínas que necesitas y obtener todos los beneficios que mencioné al principio.

¡Rescatemos nuestras raíces prehispánicas!

Por Natalia Bernardo, nutrióloga certificada

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