Los tipos de abuelos

Por la psicól. Verónica González García, para Movimiento Viva México

A diferencia de cuando decidimos ser padres, convertimos en abuelos no es una decisión que nosotros podamos tomar porque esto depende de alguien más. Esta nueva etapa de abuelito o abuelita puede resultar, al principio, un poco desconcertante ya que muchas veces nos toma por sorpresa la noticia. Pero, ¿sabías que existen diferentes tipos de abuelos y cada uno aporta beneficios diferentes a la familia?

La simple palabra “abuelito” se asocia a una persona de la tercera edad; esto nos lleva a confrontarnos con la vejez, al temor a la enfermedad o a la muerte. Sin embargo, hoy en día existen muchos abuelos jóvenes, hay quienes a sus 35 años ya están viviendo esta etapa.

De esta manera, el nuevo nieto viene a reorganizar, redefinir roles y a enriquecer nuestra identidad dentro de la familia. Ahora, además de esposos y padres, ¡somos abuelos!

Una de las frases más comunes que se dicen es que “los abuelitos están para consentir, no para educar” y hasta cierto punto es correcto, ya que en la mayoría de los casos son proveedores de ternura y cariño, saben escuchar, son pacientes y se convierten en un refugio para el niño que muchas veces se siente presionado ante las exigencias de sus padres.

Son grandes mediadores entre padres e hijos. Habiendo estado ya en ambos bandos, pueden servir de traductores de las necesidades tanto del niño con sus padres como de los padres con su hijo. Son los que hacen evidente el transcurrir del tiempo, enseñan a vivir y demuestran que la vida sigue teniendo sentido, además de ser los narradores oficiales de la infancia de los padres y de sus travesuras.

Pero cada abuelito es diferente dependiendo de la situación familiar que esté atravesando y de su personalidad. Así, existen diferentes tipos de abuelos y de esto depende la manera en la que se relacionan con sus nietos:

  1. Abuelos en plenitud: son aquellos que delimitan claramente su apoyo en el cuidado de los niños y solo lo hacen en ausencia de los padres; transmiten los valores familiares y complementan la educación de sus nietos sin reemplazar a los padres en la responsabilidad.
  2. Abuelos ausentes: son aquellos que prefieren mantenerse alejados del desarrollo de sus nietos y actúan de manera reservada al momento de convivir con ellos.
  3. Paternidad infinita: Este tipo de abuelos tienden a desplazar a los padres con el pretexto de que ellos cuidan a los niños, por lo que se consideran sus verdaderos padres. De tal manera que se atribuyen las funciones de los papás y fomentan la rivalidad entre ellos y sus nietos.

Es claro que nosotros no escogemos ni decidimos el momento en que queremos ser abuelos, pero sí podemos decidir qué tipo de abuelos queremos ser para nuestros nietos.

Un abuelo debe ser un guía de sabiduría, un promotor de creatividad, un proveedor de amor y afecto y un refugio donde los nietos puedan sentirse seguros. ¡¡Tener y ser abuelos es una riqueza más que nos da la familia!

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